La derecha venció ayer en las elecciones generales en Suiza, en las que se eligió a los miembros de las dos cámaras del Parlamento, que en diciembre tendrán la responsabilidad de decidir la formación del Ejecutivo federal de siete miembros.

Estas elecciones confirman el riesgo de que la política suiza se aleje del "centrismo" que la ha caracterizado en las últimas décadas -gracias a un sistema político de concordancia- y se deslice hacía una derecha ultraconservadora, como temen analistas y políticos de otras tendencias.

Las primeras proyecciones nacionales, dadas prácticamente como definitivas y a la espera de que termine el escrutinio, aseguran que el partido de derecha UDC -de corte populista, liberal en lo económico y ultraconservador en lo social- aumentaría su grupo parlamentario con once nuevos miembros.

Con ello, la UDC, que habría recibido el apoyo del 28% de electores, tendría un total de 65 escaños en el Consejo Nacional (Cámara de Diputados). "Estos resultados indican un apoyo claro al UDC, que se ha centrado en la problemática de la migración. Vemos una gran ola migratoria hacia Europa y esto preocupa a los suizos", dijo el presidente del partido, Tony Brunner.