Irán será invitado a la próxima reunión internacional centrada en la búsqueda de una solución política a la guerra en Siria, que se celebrará este viernes en Viena, anunció ayer el portavoz del Departamento de Estado de EE UU, John Kirby.

"Irán será invitado a participar en esta nueva ronda de conversaciones. Si vienen o no, dependerá de los líderes iraníes", afirmó Kirby.

Hasta ahora, EE UU se había opuesto a que Irán asumiera un rol en las negociaciones para hallar una solución política en Siria, mientras que Rusia insistía en que el proceso negociador debía incluir al Gobierno de Teherán, aliado del régimen sirio.

También la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, había expresado su apoyo a una participación de Irán en las conversaciones multilaterales.

Países árabes

El Departamento de Estado no dio más detalles sobre otros posibles participantes en la cita, aunque medios estadounidenses adelantaron que asistirán varios países europeos y árabes.

El presidente estadounidense, Barack Obama, abrió la puerta al diálogo con Irán sobre Siria hace un mes, durante su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.

"Es importante para nosotros asegurarnos (de) que todos los aliados clave están en estas conversaciones", dijo ayer Kirby, que después matizó que no considera que Irán sea ahora un "aliado clave" de EE UU en las negociaciones sobre Siria, pero que "podría serlo".

La razón de esta aproximación entre Teherán y Washington es el acuerdo sobre el programa nuclear iraní alcanzado en julio. Y precisamente ayer, el director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, afirmó en Madrid que el régimen de los ayatolás "está aplicando los distintos elementos del compromiso nuclear" alcanzado con las potencias occidentales a cambio de un levantamiento de las sanciones, que no llegará, en el mejor de los casos, hasta enero.

El Departamento de Defensa calcula que hay actualmente casi 2.000 militares iraníes ayudando en Siria a las fuerzas del régimen de Bachar al Asad y que, en Irak, el despliegue de los ayatolás superaría el millar, si bien Washington no ha dado por cerrada ninguna estimación.