La Guardia Costera griega busca al menos a 40 personas que han desaparecido tras el naufragio de una embarcación en la zona marítima del norte de Lesbos, la isla griega más afectada por la llegada de barcazas procedentes de Turquía.

Los desaparecidos viajaban en una embarcación de madera con unos 300 refugiados a bordo, 242 de los cuales fueron rescatados.

Los guardacostas no descartan que puedan ser más las personas que estén aún en el agua, ya que los testimonios de los supervivientes no dan una imagen clara de cuántos viajaban en la embarcación.

En las últimas horas los incidentes en las islas de Lesbos, Agatonisi y Samos han dejado 11 muertos, ocho de ellos niños.

Además un bebé de un año permanecía en estado grave el miércoles por la noche después de que los servicios de rescate lograsen reanimarlo, tras rescatarlo en la costa de Lesbos.

En las últimas 48 horas las autoridades han rescatado a 925 personas en 20 actuaciones en las zonas marítimas de Lesbos, Quíos, Samos y Kos, todas situadas a escasos kilómetros de la costa turca.

Los fuertes vientos dificultan el trabajo de los guardacostas a quienes se han unido voluntarios con barcos particulares para buscar a los supervivientes, mientras en tierra organizaciones y particulares ayudan a los refugiados a su llegada.

Los puertos de las localidades de Molyvos y Petra, en Lesbos, se han convertido en improvisados campamentos sanitarios, donde profesionales y voluntarios prestan primeros auxilios a los rescatados.

Un total de 4.908 refugiados y migrantes han desembarcado hoy de cuatro transbordadores en el puerto de El Pireo, en Atenas, procedentes de Mitilene, la capital de Lesbos.

Tanto la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han detectado, debido a la proximidad del invierno, el aumento en el número de personas que viajan en las embarcaciones, lo que eleva el riesgo de accidente.

En lo que va de año el número de refugiados que ha entrado en Grecia ha alcanzado la cifra récord de 502.500 personas, según ACNUR.

Socorristas españoles rescatan a 242 personas

Este miércoles, seis socorristas de una ONG catalana participaron en el salvamento de 242 personas que sobrevivieron a un naufragio ante las costas de la isla griega de Lesbos, en el que fallecieron otros 60 migrantes que buscan refugio en Europa, han indicado hoy a Efe desde la organización humanitaria.

Los seis socorristas catalanes pertenecen a la ONG Proactiva Open Arms, que tiene su sede en Badalona (Barcelona), desde donde se desplazaron a Lesbos hace más de un mes porque detectaron que faltaban efectivos de rescate en los naufragios que ocurren cerca de las costas griegas.

La responsable de comunicación de la ONG, Laura Lanuza, ha explicado que, sobre las tres de la tarde de ayer, los voluntarios y organizaciones emplazados en la costa de la isla fueron avisados de la aproximación a la orillas de una barca con problemas, bajo condiciones de fuerte viento y oleaje.

Según Lanuza, los seis socorristas voluntarios de Proactiva Open Arms pudieron adentrarse en el mar en motos de agua, donde se encontraron con unos 300 náufragos, que no sabían nadar, y que llevaban unos chalecos salvavidas "falsos, que no aguantan nada".

Los socorristas tuvieron que rescatar, "una por una", las personas que había en el mar y se vieron obligados a "seleccionar y priorizar", en primer lugar ayudaron a los niños, lo que convirtió la experiencia de los voluntarios en una tarea "muy dura".

"La gente se les agarraba a las piernas", ha detallado, "desesperada por salvarse". Los socorristas trasladaron a los migrantes que rescataron con vida a los barcos de pescadores y a los barcos guardacostas que había por la zona.

Sin embargo, Lanuza ha lamentado que "ni los guardacostas ni los barcos de Frontex" estaban preparados para "ninguna tarea de salvamento ni de reanimación", y ha señalado que dos de los socorristas de Proactiva Open Arms tuvieron que subir a una barca guardacostas para realizar maniobras de reanimación.

Al abandonar la zona tras el rescate, los socorristas tuvieron que dejar atrás más de cuarenta cadáveres flotando, ya que no podían cargarlos en las dos motos de agua de que disponen desde anteayer, gracias a los donativos recaudados a través de su campaña de micromecenazgo, que sigue activa.

El equipo de la ONG Proactiva Open Arms cuenta, desde esta semana, con seis socorristas voluntarios trabajando activamente en Lesbos; la semana pasada sólo eran cuatro y, cuando llegaron a la isla a mediados de septiembre, dos.

"Cada vez son más necesarios", recuerda Lanuza, porque "las condiciones meteorológicas son terribles; hay muchas olas y temporales".

Además, no han cesado de llegar barcas provenientes de Turquía, cuya costa se encuentra a unos escasos kilómetros por mar de Lesbos.

Lanuza ha explicado que, en condiciones normales, el viaje puede durar "entre una hora y media y dos horas", pero, como ha empezado el otoño y las condiciones del mar han empeorado, la travesía se alarga "ocho o nueve horas", a lo que hay que añadir las fuertes corrientes de la zona y que los motores de las barcas fallan y los migrantes "no saben cómo funcionan".

En embarcaciones con capacidad para 20 personas, llegan hasta 50, ha señalado Lanuza; "son como piscinas, llevan muchísima agua dentro", y recuerda que hace pocos días un bebé murió contra el pecho de su madre, que "ni se dio cuenta, porque iba de agua hasta arriba".

La portavoz de la ONG ha acusado a las "mafias" de tráfico de personas que operan en estas zonas de "obligar, a punta de pistola", a que estas personas a subir a las barcas.