Francia restableció hoy y durante el próximo mes el control de sus fronteras con motivo de la cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP21) que se celebrará en París del 30 de noviembre al 11 de diciembre.

El Ministerio del Interior, que anunció esa medida a principios de mes, justifica esos controles por el "contexto de amenazas terroristas o de riesgo de alteración del orden público" en un momento en que se reunirán jefes de Estado y de Gobierno y numerosas delegaciones.

Su puesta en marcha, según declaró entonces el ministro Bernard Cazeneuve en "BFM TV", "no se trata de una suspensión de Schengen", dado que en varios de sus artículos este posibilita a los Estados que los lleven a cabo "en circunstancias particulares".

El país, según los detalles facilitados hoy por esa misma cadena, ha movilizado a 30.000 agentes, y va a ejecutar esos controles en 285 puntos ubicados en estaciones de transporte terrestre, aeropuertos y autopistas.

El portavoz ministerial, Pierre-Henry Brandet, destacó hoy que esos filtros, aleatorios, se restablecen no solo ante la amenaza terrorista, sino también para frenar a militantes radicales que podrían fomentar altercados en las grandes manifestaciones previstas.

París recuerda que este tipo de medidas ya las han tomado otros países en cumbres precedentes, y precisa que diez días antes del inicio de la cumbre se reforzarán los controles, y cuatro días antes estos pasarán a ser "más sistemáticos".