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Ola de atentados sin precedentes en la capital francesa | Las reacciones de los asturianos

"Tenemos miedo a salir de casa"

La diáspora residente en París se atrinchera en sus domicilios ante el riesgo de nuevos atentados y destaca la solidaridad del pueblo francés - Algunos asturianos cancelan sus viajes a Francia

"Fuimos a dar un paseo por la zona de Notre Dame, estábamos haciendo las típicas fotos de turistas cuando comenzaron a pasar furgones de policía a toda velocidad y policías cargados con enormes fusiles que iban como agachados... Alucinamos". El artista avilesino Luis Serrano, autor de la frase anterior, vivió muy de cerca el horror de los atentados que la noche del viernes tiñeron de sangre París. En aquel momento no era consciente de lo que sucedía. Acaba de abrir una exposición de pinturas en una galería muy cercana a la catedral gala, aunque ayer no pudo moverse del hotel para ir a cuidar los cuadros.

De hecho, cuando salió de la sala de exposiciones su intención era la de acabar la noche tomando algo en el Bataclan, epicentro de uno de los ataques terroristas. No llegó ni a acercarse. "Decidimos ir al hotel, que está a las afueras de París. La situación era muy rara. En el metro te pedían que vigilaras a quién tenías al lado por si llevaba algún bulto sospechoso". Al final, puso pies en polvorosa y pudo alejarse del centro parisino.

Otro de los que vivió muy de cerca los atentados fue el ovetense Pablo Longoria, ojeador de un equipo de fútbol italiano y que fue uno de los miles de asistentes al partido entre Francia y Alemania. Justo cuando estaba saliendo del estadio, unos minutos antes de que el árbitro español Mateu Lahoz pitara el final, recibió una llamada en su móvil. Era su mujer para preguntarle si estaba bien. Le pilló a contrapié. "Dentro del campo no era consciente de lo que había pasado", asegura. "Ya fuera empecé a ver a la policía muy nerviosa, y un cordón policial enorme, cosas que no son normales en este tipo de partidos".

Otro de los que tenía entradas para el partido era Manuel López, natural de Cangas del Narcea y residente en París. Al final prefirió quedarse en casa viendo a la selección española contra Inglaterra. "Fue un horror, una masacre total", asegura. Ayer se pasó el día atrincherado en su casa. Muchos asturianos decidieron encerrarse por miedo a que los ataques se reprodujeran. "Yo al final no salí", asegura López.

Durante los ataques hubo momentos de tensión. Alberto López-Asenjo, gijonés agregado a la embajada en París, vivió también algunos minutos de angustia durante los atentados. "Tardamos hora y media en contactar con nuestro hijo", señala. Al final, lo logró. Otra que pasó bastante miedo, según reconoce, es Lucie Bettinger, una profesora francesa que vive en Gijón y que está pasando el fin de semana en París. "La novia de mi hermano, embarazada, estaba en una de las calles de los atentados", explicó aún con el susto en el cuerpo. "Estaba en un bar y comenzó a sentir los tiroteos cada vez más cerca. Al final, los vecinos de encima la dejaron alojarse en su casa para que descansara", relata.

La ovetense Águeda Vázquez, residente en París desde hace años, aseguró que "una conocida tuvo que resguardarse en un bar de los disparos durante horas". El gijonés y periodista de TVE Víctor Guerrero, por su parte, aseguró que París "ha dado grandes muestras de solidaridad. Hay una gran conmoción, pero se ve a poca gente llorando".

"¿Han matado a Mickey?"

Algunos de los asturianos que tenían previsto viajar a Francia decidieron cancelar su vuelo. María y su familia salían hoy para París, tres días en la capital y dos en Eurodisney, ida y vuelta en el vuelo directo Asturias-París de Vueling. El miedo les ha dejado en casa. Se quedan en Oviedo "por los niños" y porque París con la mayor parte de los museos, la Torre Eiffel y Eurodisney cerrados y el temor patrullando la ciudad no promete ser muy agradable.

Otros asturianos ya habían llegado antes. Francisco Larfueil, moscón residente en Oviedo, cumple hoy una semana en París, concretamente a unos 40 kilómetros, en el complejo Valdeuropa, cercano a Disneyland al que ha acudido con su mujer y su hija de 5 años. Ayer tuvieron que suspender la visita, pues el recinto cerró tras los terribles atentados. "¿Han matado a Mickey los malos?", preguntó inocentemente su hija cuando Larfueil le explicó, a su manera, lo ocurrido y la imposibilidad de visitar de nuevo el parque de atracciones. "Se nota tristeza en el ambiente. Afectó mucho lo ocurrido", explica el moscón.

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