"Dios no es el rival, no es enemigo; es cómplice de lo mejor que tenemos en el corazón", recalcó ayer el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en el transcurso de la homilía que pronunció durante la misa dominical en San Cucao de Llanera. "De pronto, aparecieron en la escena quienes no estaban invitados, quienes eran incluso indeseados. Se bajaron de sus coches negros, negros como sus almas y sus turbantes, empezaron a disparar", señaló Sanz Montes para concluir: "Cuando construimos un mundo sin dios, sin el Dios verdadero, lo hacemos contra el hombre".

A su juicio, la religión "da testimonio de lo que es hacer rincones bellos, espacios que sean buenos, para cultivar nuestra cercanía, amistad y querencia".

Sanz Montes afirmó, en la celebración de la Iglesia diocesana, que "la sinrazón del terrorismo, tenga las siglas que tenga y lo financie quien lo financie, no tendrá la palabra final".

Blasfemia

Durante el ángelus de ayer domingo en el Vaticano, el Papa volvió a condenar los atentados en París "con vigor" y afirmó que "usar el nombre de Dios para justificar esta masacre es blasfemia". "Tanta barbarie nos deja consternados y nos pregunta cómo el corazón del hombre puede idear y realizar eventos así de horribles", ha dicho Francisco en su intervención.