Aunque estaba concentrado con la selección olímpica de Argelia, el centrocampista del Sporting Rachid Ait-Atmane (Bobigny, Sena-Saint Denis, Francia, 4-2-93), siempre se ha considerado francés. Parisino, para más señas. En la capital gala reside toda la familia de este futbolista que cumple su tercera temporada en el Sporting, club que le fichó después de que acudiera a Mareo para realizar una prueba.

A muchos kilómetros de distancia de París, Rachid seguía por televisión el partido amistoso entre Francia y Alemania desde el hotel de concentración de la selección olímpica argelina, ajeno por completo a lo sucedido. "Yo no sabía nada, mi hermana me llamó para contármelo todo", confiesa el futbolista, aún con el susto reflejado en su rostro.

Rachid supo lo sucedido al mismo tiempo que le informaban de que toda su familia se encontraba bien. El jugador lo agradece, aunque se suma al dolor que sienten todos los franceses ante un ataque de esta magnitud. "Mi familia está bien, pero es algo terrible para las familias de las víctimas, no me lo quiero imaginar", lamenta.

El deporte ha plantado cara a los terroristas y todos los partidos programados para estos días posteriores al ataque se van a celebrar. Sin embargo, el jugador americano del Bilbao Basket se negó a jugar el partido que su equipo disputará en París y su compañero Clevin Hannah quiso quedarse en Madrid durante una escala. El base tuvo que ser convencido por sus compañeros para continuar viaje.

"Puedo entender que haya deportistas que tengan miedo de jugar en París", señala Rachid quien confiesa que "no sé qué decir, porque no soy de la policía".