Los primeros bombardeos de Francia en Siria tras los atentados del viernes se han dirigido contra Raqqa, capital del "califato" declarado por el Estado Islámico en tierras de Siria e Irak. La elección del objetivo responde, por un lado, a razones militares, ya que en Raqqa quedó destruido, según informaciones oficiales galas, un puesto de mando que, además, servía de centro de reclutamiento y arsenal. Sin embargo, no hay que despreciar el gesto simbólico que representa iniciar las réplicas al ataque a París con un bombardeo de la que, desde marzo de 2013, es la capital del EI, que por entonces aún se llamaba ISIS.