Rusia puso condiciones ayer a Occidente para que prospere la iniciativa de formar una coalición internacional que luche contra el autoproclamado Estado Islámico. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, aseguró que es "inaceptable" que los países occidentales reclamen expulsar del poder a toda costa al presidente sirio, Bachar Al Asad, en momentos en que la principal amenaza para el mundo es el terrorismo yihadista. "Espero un cambio de postura, como ha hecho Francia", aseguró.

Las palabras del portavoz ruso llegaron unas horas antes de que el Estado Islámico desvelara que había derribado el avión ruso sobre la península egipcia del Sinaí el pasado 31 de octubre con una lata de refresco cargada de explosivo, que fue introducida a bordo. El atentado causó 224 muertes.

Mientras que la idea de una alianza internacional se forja, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos dio a conocer ayer que en los últimos tres días han muerto 33 combatientes del grupo terrorista Estado Islámico debido a los ataques galos sobre Al Raqa.