El presidente electo de Argentina, Mauricio Macri, anticipó ayer que solicitará a Mercosur -mercado común sudamericano, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela y Bolivia- que suspenda a Venezuela, aplicándole la llamada "cláusula democrática" por sus abusos, denunció, contra los opositores y contra la libertad de expresión. "Es evidente que corresponde que se aplique esa cláusula porque las denuncias son claras, son contundentes, no son un invento", afirmó el mandatario electo a propósito de los enfrentamientos entre chavistas y oposición en el país caribeño.

Junto con la economía, las relaciones exteriores serán otro de los puntos fuertes del próximo Gobierno argentino, porque, apuntó Macri, el país "necesita estar en el mundo". En su agenda inmediata, antes de tomar posesión, está un viaje a Brasil, el gigante económico latinoamericano, y su prioridad en la política internacional.

El impulso a las relaciones con sus vecinos de Mercosur, el estrechamiento de los vínculos con la Unión Europea y con los miembros de la Alianza del Pacífico forman parte también de la agenda internacional del dirigente liberal argentino.

Macri ratificó, además, su firme voluntad de derogar el memorándum de entendimiento con Irán, un polémico convenio alcanzado por el Gobierno de Cristina Fernández en el año 2013 para esclarecer el atentado contra la mutualista judía AMIA en Buenos Aires, que causó 85 muertos en 1994. Se sospecha que Irán estuvo detrás de ese atentado.