Los países europeos se están viendo llevados al límite en la crisis de los refugiados y no pueden recibir más llegadas, afirma el primer ministro francés, Manuel Valls, apostando por un refuerzo de los controles de seguridad fronterizos.

"No podemos dar acomodo a más refugiados en Europa, no es posible", subraya Valls en una entrevista publicada ayer en el diario alemán "Sueddeutsche Zeitung", en la que incide en que un mayor control de las fronteras exteriores de Europa determinará el futuro de la Unión Europea (UE). "Si no lo hacemos, la gente dirá: basta de Europa", advierte.

Las opiniones de Valls fueron difundidas horas antes de que la canciller alemana, Angela Merkel, se reuniera en París con el presidente francés, François Hollande.

Valls evitó criticar a Merkel por haber suspendido las normas de asilo de la UE para permitir la llegada de miles de refugiados sirios varados en Hungría. "Alemania hizo una elección honorable aquí", afirma. Pero añade que a París le pilló por sorpresa la decisión de Merkel. "No fue Francia la que dijo: 'Venga'".

Precisamente, Merkel incidió ayer en el mismo asunto que Valls durante la comparecencia ante la prensa previa a su cena de trabajo con Hollande. E hizo, casi, las mismas recomendaciones. Así, reconoció, primero, que el control de las fronteras exteriores de la UE "no está suficientemente asegurado" y, segundo, que los europeos tendrán que entenderse con Turquía para poner orden en el flujo de llegadas.

La canciller germana dijo que hay que "encontrar una solución humanitaria" para los refugiados, de los que aseguró en su mayor parte huyen de la guerra y del terrorismo del EI en Siria e Irak.

Pero la canciller vinculó la solución del problema de la falta de control en las fronteras exteriores europeas con la necesidad de entenderse con Turquía para acabar con "situaciones ilegales que solo benefician a los traficantes".

La solución para los refugiados debe ser "conforme a (la) reglamentación europea, es decir, el control de las fronteras exteriores", especificó.

"Turquía -explicó- es uno de nuestros socios de la OTAN y no podemos admitir que en un país socio de la OTAN se den esas situaciones de ilegalidad".