Abdelhamid Abaaoud, considerado el cerebro de los atentados de París, y los hermanos Salah y Brahim Abdeslam figuraban en una lista de sospechosos que Bélgica no comunicó a Francia tras los ataques, informo ayer la cadena belga RTL.

Esta lista, elaborada por las autoridades federales de Bélgica a petición de varios alcaldes de distrito de Bruselas, contenía los nombres de 80 personas sospechosas de haberse radicalizado.

Françoise Schepmans, alcalde de Molenbeek, el distrito bruselense en el que vivían algunos de los terroristas, asegura que recibió en junio de 2015 la lista que contenía los 80 nombres, y en ella figuraba Abaaoud, los Abdeslam, y Mohamed Abrini, la última persona sobre la que se emitió una orden de arresto internacional.

Molenbeek solicitó esta lista al Órgano de Coordinación para el Análisis de la Amenaza (OCAM) de Bélgica después de que se desmantelara en enero una célula terrorista en Verviers.

Schepmans asegura que él hizo lo que pudo dentro de sus competencias pero que ignora por qué las autoridades federales belgas no transmitieron la información a Francia, lo que habría permitido detener al menos a Salah Abdeslam en un control fronterizo la mañana siguiente a la noche de los atentados.

Precisamente en Verviers realizó ayer por la tarde la Policía belga nuevos registros, aunque sin detenciones, dentro de la investigación antiterrorista abierta en el país tras los atentados. Esos registros se suman al realizado por la mañana en Auvelais, en el sur de Bélgica, que también concluyó sin arrestos.

Por la mañana, la Gran Mezquita de Bruselas, situada en el barrio donde se encuentran las instituciones de la UE, fue evacuada tras hallarse en su interior un sobre con polvos blancos, lo que llevó a los bomberos a activar una alerta por ántrax. Pero el polvo resultó ser simple harina.

Con todo, el nivel de alerta terrorista en Bruselas fue rebajado a 3 (de un máximo de 4), después de que la autoridad que evalúa el riesgo de amenaza en Bélgica reexaminara la situación.

Desde el pasado sábado la alerta se mantenía en el nivel máximo, ante el riesgo "grave e inminente" de atentados en Bruselas. El nivel 3 supone un riesgo "posible y verosímil".

Bruselas reabrió el miércoles los centros educativos y la mitad de la red de metro de la ciudad.