La líder del partido ultraderechista francés Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, aseguró ayer que será candidata a las presidenciales de 2017 "pase lo que pase" en las regionales y que no tiene intención de dejarle al Gobierno ni "un minuto de tranquilidad". En la primera vuelta del pasado día 6, en la que el FN se colocó en cabeza en seis de las 13 regiones, ella superó en Nord Pas de Calais Picardie a conservadores y socialistas con un porcentaje del 40,6 %, pero en la segunda de este próximo domingo los sondeos apuntan a que el conservador Xavier Bertrand ganará con el 53 %.La clave de la segunda ronda la tienen los abstencionistas, destacó la candidata. Le Pen considera una "estafa a la democracia" la decisión del Partido Socialista (PS) de retirarse de aquellas zonas donde el total de votos de la izquierda no permita su triunfo, y criticó la forma en que "el sistema se defiende del FN cuando quiere mantener sus posiciones". Los Republicanos del expresidente Nicolas Sarkozy y el PS "han hecho todo" para que el FN "no pueda poner en marcha el patriotismo económico", dijo.