El Frente Nacional (FN, ultraderechista) no logró ayer la victoria en ninguna región francesa en la segunda vuelta, según las estimaciones de los medios, pese a haber vencido en la primera ronda en seis de las trece regiones metropolitanas y haber sido el partido más votado, con el 27.6% de los sufragios. La participación fue diez puntos superior a la registrada el domingo pasado y rondó el 60%, 11,2 puntos más que en las regionales de 2010.

Ningún candidato del FN consiguió ganar en la segunda vuelta, por lo que la formación ultraderechista seguirá sin controlar ninguna región francesa, algo que no ha logrado antes en toda su historia.

El porcentaje de participación indica que la población se movilizó para evitar un triunfo del Frente Nacional, al que también perjudicó la retirada de los candidatos socialistas en aquellas regiones donde la ultraderecha tenía opciones más claras de vencer, excepto en una, la de Alsacia Champaña Árdenas Lorena.

Según una estimación difundida por la cadena de televisión BFM TV, basada en el recuento de las mesas que cerraron en primer lugar y de sondeos a pie de urna, Le Pen solo obtuvo el 42% de los sufragios en la región Norte Pas-de-Calais Picardie, apenas dos puntos más que en la primera vuelta. El exministro conservador Xavier Bertrand, que se apresuró a proclamar su victoria, se aprovechó de la retirada del candidato socialista y recogió el 57,7% de los votos.

La diputada ultraderechista Marion Maréchal Le Pen, otra de las opciones que barajaba el FN para conquistar una región, la de Provenza Alpes Costa Azul, se quedó a 7 puntos del también exministro conservador y alcalde de Niza, Christian Estrosi, que ganó con el 53,5% de los apoyos.

Tampoco conquistó la región de Alsacia Champaña Árdenas Lorena el "número dos" del FN, Florian Philippot, que quedó a diez puntos del conservador Philippe Ricert.

Los Republicanos del expresidente francés Nicolas Sarkozy conquistan, según las estimaciones, siete de las trece regiones, mientras que los socialistas del actual jefe del Estado, François Hollande, que hasta ahora controlaban todas menos una, se quedarían con seis.

Los resultados son muy ajustados en la región de París, la más poblada y rica del país, y en Normandía, donde en ambos casos los institutos de sondeo dan una apurada victoria a la derecha.

Pero los líderes de los partidos coincidieron en sus mensajes de advertencia para mantener el cordón sanitario en torno al FN. Sarkozy aseguró que el ascenso de los ultras es "preocupante" y recordó que los resultados de la primera vuelta fueron una "advertencia". El primer ministro francés, Manuel Valls, evitó caer en el triunfalismo y señaló que "el peligro de la extrema derecha no se ha eliminado". Marine Le Pen dijo que su avance electoral "ha servido para sacar a la luz la mentira en la que reposa el sistema político francés".