El primer ministro británico, el conservador David Cameron, llegó ayer a la reunión del Consejo Europeo exigiendo "progresos reales" a sus homólogos de los otros 27 países, sobre el documento negociador que ha puesto sobre la mesa el Reino Unido para continuar en la Unión. "No estamos pidiendo un acuerdo esta noche, pero sí un impulso real para que podamos llegar a un acuerdo", afirmó. Y añadió: "Estoy dispuesto a luchar duro". El referéndum británico para decidir la pertenencia al club comunitario se celebrará en el año 2017.

Las cuatro propuestas británicas incluyen asuntos como el mercado único, la inmigración de los ciudadanos comunitarios, la competitividad y la integración europea. Algunas de ellas, como que los ciudadanos de otros países de la UE que vayan a vivir allí paguen impuestos durante cuatro años antes de poder optar a beneficios en el trabajo o a una vivienda social, son consideradas "inaceptables" por los líderes europeos.

La canciller alemana, Angela Merkel, defiende la permanencia de Reino Unido en el club comunitario, pero cree que ello no debe pasar por "restringir" los principios básicos de la Unión Europea. "Queremos que Reino Unido permanezca en la UE, pero, al mismo tiempo, las libertades fundamentales, los principios básicos de la Unión no se pueden restringir", dijo la canciller en una declaración sin preguntas a la prensa en Bruselas, a su llegada al Consejo. Según Merkel es posible "encontrar soluciones", siempre que "todas las partes acerquen posturas".

El otro gran asunto de la Cumbre es la ola migratoria, principalmente de refugiados, que ha traído a los países comunitarios a 1,5 millones de personas en lo que va de año, y los ataques terroristas yihadistas. La Unión Europea ha encontrado en el refuerzo de las fronteras exteriores una solución común para ambos, pero los países están divididos, sobre todo en lo que respecta a la propuesta de la Comisión para crear un cuerpo europeo de guardias de fronteras, que Bruselas quiere enviar a aquellas lindes donde se constate que están mal protegidas por incapacidad o falta de voluntad del país en cuestión. "Si rechazamos la propuesta de la CE habrá que encontrar otra, pero me temo que igualmente dolorosa", subrayó Tusk.

El presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, confiaba en que a lo largo de la pasada noche se lograra un acuerdo, aunque admitió que la propuesta del cuerpo europeo de guardias de fronteras contiene detalles que "habrá que mirar".

Merkel, por su parte, es una firme defensora de esta iniciativa y quiere avanzar en ella. El presidente francés, François Hollande, dijo estar "totalmente de acuerdo" y declaró que antes de ofrecer nuevos compromisos a Turquía, ese país debe respetar las reglas que ya han acordado, en referencia a la contención de llegadas irregulares a Europa. "Si no podemos controlar las fronteras exteriores entonces no podremos ir más allá de lo que se prometió a Turquía", comentó Hollande en relación a la propuesta de la Comisión de trasladar de forma voluntaria refugiados sirios desde este país a la UE.

"Grecia ha cumplido con sus obligaciones y está preparada para trabajar con Turquía más estrechamente para reducir los fallos", dijo Alexis Tsipras, primer ministro griego.

Para Charles Michel, jefe del gobierno belga, las prioridades son: reforzar con actos, y no sólo con palabras, las fronteras exteriores y que Turquía cumpla con el compromiso de reforzar sus frontera con la UE; combatir juntos el tráfico de personas y mejorar las condiciones de acogida de los refugiados en el país -más de dos millones-, para que no tengan la tentación de arriesgar su vida en nuevos viajes.