Rusia anunció ayer que demandará a Ucrania ante los tribunales internacionales dentro de diez días si no paga la deuda de 3.000 millones de dólares por un crédito concedido en 2013. "Nuestros colegas ucranianos no tienen ninguna oportunidad de ganar un hipotético proceso judicial", declaró Serguéi Storchak, viceministro de Finanzas ruso, que recordó que el plazo de devolución del crédito expira el 20 de diciembre y que, según los documentos que acompañan dicho contrato, en caso de impago el acreedor debe ir a los tribunales en diez días. No obstante, reconoció que el proceso de recuperación del dinero será largo y difícil, ya que los activos soberanos de Ucrania tienen inmunidad. Storchak añadió que Putin hizo una propuesta de reestructuración muy cercana a la de los acreedores privados, a razón de 1.000 millones anuales entre 2016 y 2018, que Kiev rechazó.