El primer ministro británico, David Cameron, reconoció ayer que una hipotética salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) "no sería la solución", pero insistió en que su Gobierno "hará todo lo posible para facilitarlo" si así "lo decide el pueblo" en el referéndum que se celebrará a finales de 2017.

En una entrevista en la cadena BBC, el líder conservador expresó su deseo de llegar a un acuerdo en la reunión prevista para el próximo 18 de febrero sobre las reformas que plantea.

"No creo que el 'brexit' (salida del la UE) sea la solución, pero si consideran que ésa es la respuesta, haríamos todo lo necesario para hacerlo posible", aseguró Cameron al ser preguntado sobre si el Gobierno británico "está preparado para la posibilidad de abandonar la UE".

"Espero que lleguemos a un acuerdo en febrero, y si lo hacemos podremos llevar a cabo el referéndum. Eso es lo que me gustaría ver", dijo el "premier", que dejó claro que la votación podría retrasarse si no se logra un acuerdo en el Consejo Europeo del próximo mes.

Cameron reiteró que es partidario de permanecer en una "UE reformada", aunque insistió que no descarta abogar por una salida del eurobloque si no consigue las reformas que plantea.

El jefe del Ejecutivo británico busca revisar la protección que otorga el mercado único a los miembros que no utilizan el euro y propone cambios en la regulación comunitaria con vistas a aumentar la competitividad.

También quiere asegurar una mayor soberanía a los parlamentos nacionales y limitar las ayudas sociales a las que pueden optar los ciudadanos europeos residentes en el Reino Unido.

Además, el líder conservador dejó claro también que no dimitirá como primer ministro si el país opta en el referéndum por abandonar la Unión Europea.

Según una encuesta publicada el pasado día 7, una mayoría de británicos que ya tiene clara su elección votaría a favor de abandonar la UE en el referéndum. El sondeo fue hecho público el mismo día en que Cameron se mostró optimista respecto a las opciones de renegociar la relación de Reino Unido con Bruselas.

Según el sondeo de ORB, el rechazo a la UE va en aumento en el país. Mientras que el 21% de los votantes dice estar indeciso aún, el 43% se decanta por la salida de la UE, frente al 36% que prefiere quedarse.

Si se excluye a los indecisos, el 54% de los votantes quieren la salida de Reino Unido, frente al 51% de hace un año, y el 46% aboga por la permanencia, frente al 49% anterior.

Cameron cenó el día 6 con la canciller alemana, Angela Merkel, y con sus aliados de Baviera, tras asistir a un encuentro de la Unión Socialcristiana (CSU), facción bávara de la CDU de Merkel, antes de viajar a Budapest para reunirse con el primer ministro húngaro, Viktor Orban.

Orban, criticado en la UE por su abierta oposición a la admisión de refugiados, fue el único aliado de Cameron en el intento de bloquear la designación de Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea.