El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha enviado una carta de apoyo a la oposición venezolana en la que confía en que las funciones de la nueva Asamblea no se vean obstaculizadas "mediante el recurso a cortapisas y subterfugios que atentan contra la separación de poderes".

La misiva de Rajoy llega cuando está a punto de comenzar el debate en el Parlamento unicameral venezolano de la ley de amnistía que quiere promover, en contra del bloque chavista, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

La carta fue enviada por Rajoy en su calidad de presidente del PP, precisaron fuentes de este partido, a Jesús Torralba, secretario ejecutivo de la MUD.

Tras expresarle su felicitación por la constitución de la Asamblea Nacional el pasado día 5, el jefe del Ejecutivo subraya que la nueva mayoría de esta institución refleja los excelentes resultados obtenidos por la oposición en las legislativas del 6 de diciembre.

"Constituye toda una satisfacción constatar que la jornada electoral fue un fiel reflejo del pluralismo y del deseo clamoroso de renovación que anima a una inmensa mayoría de la sociedad venezolana", añade el texto.

Rajoy expresa su convencimiento de que la Asamblea "ha de ver garantizada su legítima independencia en el ejercicio de las prerrogativas y funciones que el reconoce la Constitución de Venezuela".

Unas funciones que cree que deben desempeñarse "sin que éstas se obstaculicen mediante el recurso a cortapisas y subterfugios que atentan contra la separación de poderes".

Tras considerar que la nueva Asamblea inicia una "etapa crucial", señala que el diálogo, la colaboración y la búsqueda del consenso entre los poderes del Estado deberían ser guía para abordar "las serias dificultades que desgraciadamente atraviesa" Venezuela.

La primera semana con un Parlamento de mayoría opositora en Venezuela puso de manifiesto las dificultades que seguirán horadando la cohabitación política en el país caribeño, gobernado desde 1999 por el chavismo.

Esa mayoría tenía previsto comenzar ayer a debatir una ley de amnistía para excarcelar a unos setenta presos políticos, y otra para convertir en propietarios a un millón de cabezas de familia beneficiados gratuitamente con casa propia y que son supuestamente chantajeados por el presidente, Nicolás Maduro.

También se prevé que la mayoría opositora derogue el decreto de Maduro que retiró al Legislativo la facultad de designar directores del Banco Central, un decreto que el Presidente promulgó tras las elecciones en las que la oposición cosechó 112 diputados, frente a 55 oficialistas.

Henry Ramos Allup, el nuevo presidente de la Asamblea, acérrimo opositor a Maduro y al antecesor, Hugo Chávez, se tomó el martes juramento a él mismo y a todos los demás diputados, pese a que los tribunales habían acogido una impugnación y reducido la representaciones a 109 y 54 diputados.