El presidente estadounidense, Barack Obama, tenía previsto presentar a las tres de la pasada madrugada (hora española) su agenda para su octavo año en la Casa Blanca, en el curso de su último discurso sobre el Estado de la Unión. Entre las directrices de Obama figura lograr el más amplio apoyo para el endurecimiento de las leyes de control de armas, el cierre del campo de internamiento de Guantánamo y el acuerdo comercial con el área del Pacífico. Obama llega con un 46% de popularidad a este discurso, una aprobación más alta que la de su predecesor, George W. Bush, muy castigado por los desastres bélicos en Irak y Afganistán, pero inferior a la de Bill Clinton o Ronald Reagan.