El kamikaze que se hizo explotar en el piso donde se atrincheraron en Saint-Denis varios yihadistas tras los atentados del 13-N en París, Chakib Akrouh, fue condenado en rebeldía el pasado julio a 5 años de prisión por participar en actividades de un grupo terrorista, informó la Fiscalía federal.

Akrouh, de 25 años y que tenía doble nacionalidad belga y marroquí, había viajado tanto a Siria como a Irak, y en el segundo país se unió a las filas del Estado Islámico (EI).

Como otros yihadistas belgas, residió durante un tiempo en el distrito bruselense de Molenbeek, donde se le dio de baja el 27 de agosto de 2014, según la Fiscalía.

La primera pista que condujo a su identificación fueron las fotografías del metro de París en las que Akrouh aparecía junto con Abdel Hamid Abbaoud, presunto cerebro de los ataques.

El pasado 29 de julio, el tribunal correccional de Bruselas dictó una sentencia que condenó en rebeldía a Akrouh a cinco años de cárcel, por haber participado en actividades de un grupo terrorista entre el 30 de noviembre de 2012 y el 15 de febrero de 2015.

El mismo fallo condenó a Abdel Hamid Abbaoud a 20 años de cárcel.

El primer viaje al extranjero de Akrouh se produjo tras haber frecuentado dos filiales yihadistas y tuvo lugar el 4 de enero de 2013, cuando se trasladó a Turquía, indicó la Fiscalía.

Según la investigación, de allí viajó a Siria, donde se tiene constancia de su presencia desde enero de ese mismo año.

La identificación del terrorista, nacido el 27 de agosto de 1990, fue confirmada por la comparación de su ADN con el de su madre.