Las autoridades suecas han anunciado la apertura de una investigación sobre un caso de agresiones sexuales por parte de un supuesto grupo de jóvenes inmigrantes en verano en un festival juvenil de Estocolmo que la policía ocultó.

Según reveló el liberal "Dagens Nyheter", el principal diario sueco, informes internos enviados a la jefatura de la policía de Estocolmo avisaron de numerosos episodios de ese tipo en agosto en el festival "We are Sthlm", que ya habían ocurrido el año anterior.

Los partes aludían a jóvenes que "se restriegan" contra chicas, algunas de once o doce años, y de "toqueteos", episodios que fueron aumentando y en los que se apuntó a una quincena de refugiados "en especial de Afganistán" que formaban parte de una banda.

La policía reaccionó expulsando del recinto a unos dos centenares de jóvenes durante los cinco días que duró el festival, y se realizaron una decena de denuncias, aunque según ese diario no hubo ninguna acusación formal.

"Ha habido relativamente pocos delitos y pocas personas retenidas en relación a la cantidad de participantes", constaba en el comunicado difundido al término del festival por la policía local, que no mencionaba los incidentes.

Según denunciaron de forma anónima varios agentes a "Dagens Nyheter", las autoridades policiales omitieron a propósito los hechos para evitar que pudieran favorecer la estrategia de "Demócratas de Suecia", una formación de ultraderecha que es la tercera fuerza más votada en este país nórdico.

Un portavoz de la policía local admitió hoy los incidentes y lamentó no haber informado de ellos, sin aclarar los motivos, mientras que la cúpula policial prometió una investigación.

"Debemos ir al fondo de esto. Primero haremos una indagación interna para ver qué errores o delitos se han cometido. Si no hay ningún delito, puede haber una responsabilidad disciplinaria. Pero de momento no que hay que sacar conclusiones", declaró en rueda de prensa el jefe de la Policía Nacional, Dan Eliasson.

El primer ministro, Stefan Löfven, habló de "doble traición" a las jóvenes y por no investigar convenientemente los hechos.

"Siento una gran rabia por que estas jóvenes no pudieran ir al festival sin ser humilladas, atacadas y vejadas sexualmente. Es un problema muy grande para las afectadas y para todo el país. No debemos ceder una pulgada ni mirar a otro lado", dijo Löfven.