Un total de 65 personas, entre ellas tres rusos y 15 sirios, acusadas de estar relacionadas con el grupo yihadista Estado Islámico (Dáesh), han sido arrestadas en las últimas hroas tras el atentado suicida atribuido a ese grupo radical que dejó ayer 10 turistas muertos en Estambul.

Según la agencia Dogan, entre los sospechosos se cuentan tres rusos que fueron detenidos en Antalya, en la costa mediterránea, y quince sirios y un ciudadano turco que fueron arrestados en Ankara.

Las fuerzas de seguridad se han incautado de documentos en los lugares donde se han producido los arrestos.

La Policía sospecha que los detenidos en Ankara esta mañana estaban recogiendo información sobre edificios públicos en la capital.

Los quince sirios han sido entregados a la Policía de extranjería para ser deportados.

La redada de mayor envergadura dentro de esta serie de operaciones se produjo en Sanliurfa, cerca de la frontera con Siria, donde 21 sospechosos fueron detenidos.

En Kilis, justo en la frontera siria, fueron detenidos otros cuatro extranjeros que se cree llegaron desde Siria y están acusados de pertenecer a Dáesh.

Dos de ellos son menores de edad y fueron entregados a parientes, mientras que los dos adultos han sido acusados de pertenencia a banda terrorista.

Otros 21 sospechosos han sido detenidos en ciudades de la provincia sureña de Mersin, en la vecina Adana y en Diyarbakir, la principal ciudad de las regiones de mayoría kurda.