El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, instó ayer de madrugada (hora española) a la oposición a no caer en "tentaciones de romper los equilibrios necesarios". Ante la Asamblea Nacional, Maduro reconoció que "no es fácil" manejar el conflicto de poderes actual en un país donde el Parlamento, controlado por la oposición, se enfrenta a unos poderes ejecutivo y judicial en manos de los chavistas.

En una solemne intervención ante los representantes de todos los poderes del Estado, el Gobierno en pleno y los diputados de la nueva Asamblea, Maduro pidió, "reconociendo los resultados electorales", que se tenga "respeto a la Constitución y a los poderes públicos" y no se caiga "en la tentación de una contrarrevolución que produzca aventuras que sean lamentadas por todos".

Maduro resaltó que la oposición, que "acusó al chavismo durante más de dos décadas de haber instalado un régimen tiránico, hoy gracias a la Constitución están aquí presentes, con una mayoría en la Asamblea que hoy ejerce y que reconocemos".

La intervención del líder chavista se produjo apenas unas horas después de que su Gobierno declarase el estado de emergencia económica, con una duración de sesenta días renovables por igual tiempo. Durante ese periodo, el Gobierno podrá legislar por decreto en numerosas áreas, para hacer frente a la catastrófica situación de la economía venezolana, golpeada por la inflación, el boicot de los inversores privados y el desplome del precio de los hidrocarburos.

Maduro propuso la creación de una "comisión nacional de Justicia, Verdad y Paz", en la que participen miembros del oficialismo y de la oposición, con el objetivo de investigar los hechos acaecidos durante las protestas opositoras de principios de 2014. Sin embargo, se negó a dar el visto bueno a la ley de Amnistía que reclama la oposición.

El líder chavista encendió hoy los ánimos en el Parlamento cuando advirtió a la oposición de que tendrán que derrocarlo para aprobar una ley de privatización de las viviendas construidas dentro del programa social Gran Misión Vivienda. "Nosotros hemos construido un millón (de viviendas), y ustedes creen que nosotros nos vamos a calar (aceptar) que las privaticen. ¡No, no y no vamos a permitirlo! Tendrán que derrocarme para aprobar una ley de privatización. Se los digo, no", proclamó.

En respuesta, el presidente de la Asamblea, Henry Ramos Allup, advirtió a Maduro que el Parlamento es un "poder autónomo" que "va a debatir, va a legislar y va a controlar".