Los militares de la Marina de EE UU que viajaban en los dos buques apresados por las fuerzas navales iraníes la pasada semana en el golfo Pérsico lloraban cuando fueron capturados, según el comandante de la Brigada General de la Guardia Revolucionaria Islámica, Hoseín Salami. "Después se sintieron mejor, cuando las fuerzas de la Guardia Revolucionaria iraní los trataron con amabilidad", aseguró Salami, quien añadió que EE UU le suplicó por la libertad de sus marines, extremo este desmentido días atrás por Washington. "Los americanos, humildemente, reconocieron nuestra fuerza y poder, y liberamos a los marines después de asegurarnos de que habían entrado en aguas iraníes de forma no intencionada", dijo.