Un palestino murió ayer en el sur de Naplusa, en Cisjordania, tras ser tiroteado por las fuerzas de seguridad israelíes cuando supuestamente intentaba apuñalar a los miembros de las tropas desplegadas en la zona. La ola de violencia desatada en la región el pasado 1 de octubre deja con esta muerte 161 palestinos fallecidos al perpetrar o intentar perpetrar ataques, y el resto en enfrentamientos con las fuerzas israelíes. Veintidós israelíes y tres extranjeros han sido víctimas mortales de los ataques.