El primer ministro francés, Manuel Valls, advirtió ayer que el Gobierno tiene pensado mantener el estado de emergencia "el tiempo que sea necesario" para derrotar al Estado Islámico (EI) en lo que describió como una "guerra total y global" contra el terrorismo yihadista.

Francia "está en guerra", dijo Valls durante una rueda de prensa en el Foro de Davos (Suiza). Y eso, a su juicio, obliga a "usar todos los recursos legales disponibles en nuestra democracia para proteger al pueblo francés".

Al ser inquirido por los periodistas acerca del mantenimiento del estado de emergencia declarado tras los atentados del 13-N, que otorga a las fuerzas de seguridad poderes excepcionales, el "premier" francés recalcó que esa situación se prolongará cuanto "sea necesario", a lo que sólo agregó: "No se puede vivir siempre en un estado de emergencia".

"En África, en Oriente Medio, en Asia, debemos erradicar, eliminar al Dáesh (acrónimo en árabe del EI)", aseguró Valls. Y añadió: "Nos enfrentamos a una guerra total y global contra el terrorismo. La guerra que nosotros libramos tiene que ser también total, global e inmisericorde".

El estado de emergencia declarado tras los ataques yihadistas de París, que dejaron un saldo de 130 muertos, acaba el próximo 26 de febrero, pero el Gobierno se plantea prorrogarlo, lo que le ha granjeado las críticas de organizaciones defensoras de los derechos humanos.

Entre tanto, el Gobierno belga decidió ayer prorrogar hasta el próximo 1 de marzo el despliegue de militares en las calles de Bruselas, como medida de seguridad ante la amenaza terrorista. La decisión supone que hasta 700 soldados patrullarán la capital, aunque se han movilizado hasta 1.000 efectivos.

El Órgano de Coordinación para le Análisis del Riesgo revaluó el riesgo por última vez a principios de enero y concluyó que el nivel de alerta debía mantenerse en 3 (de un máximo de 4 niveles posibles).