Un joven acusado de planear un ataque con un "canguro bomba" en Australia se declaró inocente de los cargos presentados ante un tribunal de justicia de la ciudad de Melbourne, informan hoy medios locales.

Según la versión policial, Sevdet Ramadan Besim, de 19 años de edad, fraguaba la forma de colocar explosivos en un canguro, al cual iba a pintar con los símbolos del Estado Islámico, y soltarlo cerca de un puesto donde se encontraran varios agentes el pasado 25 de abril, fecha que conmemora a los soldados de Australia y Nueva Zelanda caídos en conflictos bélicos. Los planes también incluían decapitar a un oficial, según apunta el diario "The Australian".

Besim, uno de los cinco adolescentes detenidos durante una operación policial en Melbourne en abril de 2015 y que desde entonces se encuentra bajo custodia policial, se declaró no culpable de los cuatro cargos presentados en su contra.

Entre ellos se incluye la búsqueda en internet de lugares donde perpetrar el ataque y la creación de notas con la intención de planear un acto terrorista.

El jueves, el fiscal Andrew Doyle retiró la acusación por conspirar en la preparación o planificación de un acto terrorista, que conlleva una sentencia de cadena perpetua.

La Policía alega que Besim mantuvo una serie de conversaciones con un adolescente en Inglaterra en las que ambos idearon ataques contra las fuerzas del Estado.

En una de esas charlas Besim dijo que "le encantaría eliminar a algunos policías", según la versión de las autoridades.

Los oficiales presentaron al tribunal documentos donde se detallan conversaciones en las que Besim habló, en marzo del 2015, sobre la posibilidad de rellenar un canguro con explosivos C4, pintarlo con el símbolo del Estado Islámico y soltarlo contra los policías.