Han sido necesarias cuatro primarias para que los dos "segundones" republicanos, los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, entendieran al fin que su enemigo común es el magnate Donald Trump. La revelación se produjo ayer de madrugada en el último debate republicano antes del Supermartes, que el próximo día 1 mediará a los precandidatos en trece estados. El áspero debate se celebró en Houston (Texas) y los dos senadores atacaron sin piedad a Trump acusándolo de "estafador" y de delinquir repetidas veces en su carrera de empresario. Pese a todo, Trump encajó bien y demostró que su piel resiste cualquier envite.