La canciller alemana, Angela Merkel, inició ayer la semana con resaca política por el castigo electoral al que los ciudadanos de tres Estados sometieron el domingo a su partido, la democristiana CDU, en respuesta a la llegada de más de un millón de refugiados al país en los últimos meses.

Merkel -que ha visto como los ultraconservadores xenófobos de la AfD entran en las tres cámaras regionales en disputa con los mejores resultados de su historia- admitió que la CDU vivía "un día difícil" y achacó la respuesta del electorado a la falta de una "solución duradera" a la crisis migratoria, que "ha creado una inseguridad en los ciudadanos" a la que, dijo, hay que responder "con medidas europeas y nacionales".

La ultraconservadora Alternativa para Alemania (AfD) se convirtió el domingo en la segunda fuerza política (24,4%) en el Estado germanooriental de Sajonia-Anhalt, donde la cita con las urnas fue ganada por la CDU, que bajó del 32,5% al 29,8% de los votos.

La CDU, que gobernaba Sajonia-Anhalt en coalición con los socialdemócratas del SPD, no podrá repetir este pacto ya que sus socios bajaron del 21,5% al 10,6%. Los democristianos precisaron ayer que no llegarán a ningún tipo de acuerdo con la AfD ni en Sajonia-Anhalt ni en ninguna otra parte.

El SPD resultó aún más damnificado que la CDU en la cita del domingo, ya que, además del descalabro de Sajonia-Anhalt, bajó del 23,1% al 12,7% en Baden-Wurtenberg, donde formaba parte de una coalición encabezada por Los Verdes. Sin embargo, los ecologistas obtuvieron un sonado triunfo, al pasar del 24,2% al 30,3%, aunque el hundimiento de sus socios les obligará a pactar con la CDU. En este Estado, la AfD obtuvo un 15,1% de los sufragios.

Los socialdemócratas sólo fueron capaces de mantener el tipo en Renania-Palatinado, donde ya gobernaban y donde pasaron del 35,7% al 36,2%. Aquí los grandes perjudicados fueron Los Verdes, que bajaron del 15,4% al 5,3%, mientras la CDU caía del 35,2% al 31,8%. Los xenófobos de la AfD lograron un 12,6% que, pese a ser su peor resultado de la jornada, les da acceso a la cámara regional. La AfD está ya presente en ocho de los 16 parlamentos estatales, por lo que se presenta como una fuerza a tener en cuenta ante las elecciones generales de 2017.

La dureza de la jornada se vio incrementada para Merkel con las críticas de la CSU, el partido hermano bávaro de la CDU, que tanto por su orientación más derechista como por la situación fronteriza de Baviera ha mantenido una línea de duras críticas hacia Merkel desde el inicio de la crisis de los refugiados. "La razón central (de la derrota) es la política de refugiados. No tiene sentido disimularlo", dijo el presidente de la CSU y primer ministro bávaro, Horst Seehofer, quien ha amenazado en varias ocasiones con hacer saltar por los aires el Gobierno federal, en el que se sienta junto a CDU y SPD. Sin embargo, al ser preguntado Seehofer si Merkel seguía siendo la canciller adecuada, respondió de modo afirmativo, aunque pidió un cambio de rumbo.