La Policía belga detuvo ese viernes a tres personas en Bruselas que guardan conexión con el individuo arrestado el jueves a las afueras de París, Reda Kriket, de nacionalidad francesa y 34 años, en cuyo apartamento de Argenteuil (en la periferia de París) se encontraron armas pesadas y explosivos, lo que hace suponer que preparaba un atentado inminente.

Kriket estaba a su vez relacionado con el supuesto cerebro de los atentados del 13-N, Abdelhamid Abaaoud, abatido en Saint Denis por la policía francesa el 18 de noviembre, cinco días después de los ataques yihadistas en la capital, lo que establece un nuevo vínculo entre París y Bruselas.

Ambos fueron condenados en rebeldía en Bruselas en julio del año pasado a diez años de prisión por terrorismo, lo que dio lugar a una euroorden emitida el 17 de octubre.

De los tres detenidos este viernes, dos fueron interceptados por la mañana y otro por la tarde local.

En la calle de Belgrade del distrito de Forest de Bruselas fue capturado Tawfik A., herido en la pierna por la Policía, y en la calle de Mérode del barrio de Saint Gilles fue detenido Salah A.

En el barrio de Schaerbeek también fue herido de bala en una pierna otro sospechoso en la avenida Rogier, junto a la parada del tranvía de la plaza Meiser, del que todavía se conoce la identidad.

Nada más ser capturado, algunas informaciones apuntaban a que podía ser el belga Mohamed Abrini, buscado como uno de los cómplices de Salah Abdeslam en los preparativos de los atentados de París.

Sin embargo, la Fiscalía federal salió al paso para desmentirlo, sin decir aún de quién se trata.

Fallos de seguridad

Bélgica reconoció que cometió fallos en el marco de la lucha antiterrorista, al no tratar con suficiente diligencia la información sobre uno de los suicidas del aeropuerto, dentro de una investigación que cada vez deja más claros los vínculos entre los ataques de Bruselas y los atentados de París.

Los ministros belgas de Interior, Justicia y Exteriores tuvieron que comparecer este viernes ante el Parlamento nacional para dar explicaciones después de que Turquía revelase que había avisado de la deportación a Holanda de Ibrahim El Bakraoui, uno de los suicidas, sin que el país tomase medidas para frenarle, pese a tener un perfil claro de potencial terrorista.

El titular belga de Interior, Jan Jambon, admitió que hubo negligencia en la gestión del caso de El Bakraoui, y consideró "inaceptable" que no se hiciese "nada esencial" entre su detención en Turquía y su deportación a Holanda.

"Tras una reunión con la Policía federal, solo he podido concluir que alguien ha sido negligente", dijo Jambon, quien aseguró que la trayectoria de El Bakraoui permitía sospechar que podía tratarse de un potencial terrorista.

Anunció la apertura de un expediente disciplinario al funcionario de enlace de la Policía belga en Turquía por este caso.

Ibrahim El Bakraoui figuraba junto a su hermano Khalid, que se suicidó en el atentado contra el metro en la estación de Maelbeek, en una lista de vigilancia antiterrorista de Estados Unidos.

Francia también tenía identificado a algunos de los terroristas que participaron en los ataques, mientras que España ha dicho que poseía "alguna información" al respecto.

Bélgica ha abierto otra investigación para determinar si es cierto que la policía de Malinas, en la provincia flamenca de Amberes, obtuvo en diciembre información que no compartió con la Policía federal sobre el escondite del presunto cerebro del aparato logístico de los atentados del 13-N en París, Salah Abdeslam, detenido hace una semana tras cuatro meses en paradero desconocido.

Más allá de las deficiencias en el intercambio de información y en el tratamiento de los datos disponibles, lo que cada vez queda más claro es que los atentados del martes y los de noviembre en París, que dejaron 31 y 130 muertos, respectivamente, fueron cometidos por miembros de una o varias redes conectadas entre sí.

Laachraoui, el segundo suicida del aeropuerto

La Fiscalía federal de Bélgica confirmó este viernes que el segundo terrorista suicida del aeropuerto internacional de Zaventem era Najim Laachraoui, vinculado también a los atentados del 13-N.

Najim Laachraoui, el primero por la derecha, el día de los ataques en el aeropuerto de Bruselas.

La Fiscalía precisó que su identidad se ha podido establecer tras las pruebas de ADN y las tareas de investigación de las últimas horas.

Las trazas de ADN de Laachraoui también aparecieron en el chaleco explosivo y en un trozo de tejido utilizado en la sala de espectáculos parisina Bataclan y en una bomba en el estadio de Francia, señaló la Fiscalía.

Las revelaciones de Abdeslam

El único autor con vida de los atentados del pasado 13 de noviembre (13-N) en París, Salah Abdeslam, trató de desvincularse de la organización de esos ataques, que atribuyó a su hermano Brahim y a Abdelhamid Abaaoud, en su declaración a la policía belga tras ser detenido, según el canal francés "BFMTV".

Abdeslam dijo que renunció de forma voluntaria a hacerse explotar junto al Estadio de Francia como en principio estaba previsto, y que, tras dejar allí a sus tres compañeros que sí se suicidaron, condujo el coche, después tomó el metro y a continuación contactó con otro terrorista ahora huido, Mohamed Abrini. En cualquier caso, los expertos alertan de que la versión de Abdeslam está plagada de inconsistencias y mentiras.

Abdeslam, que ha pedido su extradición a Francia, también mintió presuntamente al decir que no reconocía en una foto a Laachraoui, quien solo tres días después de su declaración participó como suicida en los atentados del martes en Bruselas. Sin embargo, en 2015 el propio Abdeslam viajó a Hungría para recoger a Laachraoui y trasladarle hasta Bélgica, según consta en el registro de control de fronteras entre Austria y Hungría.

Laachraoui fue además el presunto artificiero de los comandos que atentaron el 13 de noviembre del año pasado en París, cuando murieron 130 personas.

Estas informaciones se añaden a las conocidas este jueves, cuando se ha sabido que Salah Abdeslam, detenido el pasado viernes, quería organizar un tiroteo en Bruselas, junto con Mohamed Belkaïd, abatido tres días antes en una operación antiterrorista, en paralelo a otros atentados con bomba, según informó este jueves la cadena VRT.