El Gobierno griego detuvo ayer las devoluciones de refugiados a Turquía al recibir en pocas horas miles de solicitudes de asilo que le obligarán a reelaborar sus listados de inmigrantes a deportar. El fenómeno se produjo después de que el lunes se iniciase el proceso de deportaciones con el traslado a Turquía por barco de 202 personas internadas en las islas egeas de Lesbos y Quíos.

En las horas siguientes a la salida de los barcos con deportados, las demandas de asilo han crecido exponencialmente, según la prensa local, que asegura que sólo en Lesbos, donde hay alrededor de 3.150 refugiados en el centro de detención de Moria, se registraron 2.800. Una situación similar se vive en Quíos, donde de ninguna petición de asilo se pasó a 540.

El portavoz de la coordinadora del Gobierno griego para la gestión de los refugiados, Yorgos Kyritsis, confirmó que la llegada de demandas de asilo de "último minuto" ha generado "un problema práctico" ya que personas incluidas en las listas de deportación pidió asilo, "y antes de devolverlos hay que aclarar su situación". Según Kyritsis la semana pasada se elaboró un listado de 490 deportados, en los que se incluyen los 202 devueltos el lunes.

En el otro platillo de la balanza, la Comisión Europea informó de la llegada a Holanda por vía aérea de 31 sirios enviados por Turquía en el marco de su acuerdo del pasado 7 de marzo con la UE. El lunes, Alemania acogió a 32 refugiados sirios y Finlandia a otros once, todos ellos por la misma vía.

El acuerdo de marzo entre la UE y Turquía estipula que por cada refugiado sirio reenviado de Grecia a territorio turco, uno de los Estados miembros acogerá a otro que se encuentre allí y desee pedir asilo político en la Unión. El ministro del Interior de Alemania, Thomas de Maizière, consideró "esperanzador" el inicio del acuerdo, aunque admitió que "los primeros dos días no son lo esencial".

De Maizière volvió a lanzar una propuesta germana, planteada el fin de semana pasado, para que se piense en acuerdos, similares al establecido con Turquía, entre la UE y los países del norte de África, con el objetivo de frenar la llegada de africanos a Europa.

El Gobierno griego informó, entre tanto, el papa Francisco y el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, visitarán la isla de Lesbos, epicentro de la crisis de refugiados, el jueves y viernes de la próxima semana. Con este viaje, los líderes de ambas iglesias quieren honrar los esfuerzos griegos en la gestión de la crisis.