El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció ayer que los funcionarios del país sudamericano no trabajarán los viernes de abril y mayo para hacer frente a la crisis de generación eléctrica, mediante el ahorro de energía en los edificios estatales. Maduro explicó que la medida se debe a la fuerte caída del nivel del embalse de Guri, cuya central hidroeléctrica provee el 63% de la energía eléctrica del país.

El gobernador de Miranda y líder opositor, Henrique Capriles, respondió al anuncio en Twitter: "Maduro nunca ha trabajado, por tanto le es normal decretar días no laborables. Hoy reitera su incapacidad para gobernar".

Mientras, la opositora Mesa de Unidad Democrática reclamó al Consejo Nacional Electoral que le entregue el escrito oficial para iniciar el proceso revocatorio del mandato de Maduro. Capriles afirmó que el 70% de los venezolanos está a favor de la revocación. "El país clama por un cambio de rumbo", dijo.