El salto del magnate Donald Trump de precandidato presidencial republicano a nominado virtual está provocando hondas sacudidas en EE UU, donde son numerosas las figuras republicanas que -como la familia Bush- le niegan su apoyo o -como el presidente del Comité Nacional Republicano, Rience Priebus- se lo dan. Más nutridas, sin embargo, son las filas de quienes, por el momento, prefieren mantenerse en silencio y esperar los movimientos de acercamiento entre Trump y la cúpula republicana.

En mitad de esa conmoción, quien sí salió ayer a la palestra fue el presidente Obama, para lanzar un aviso: la posición del magnate, sin experiencia política previa, en asuntos internacionales "podría poner en riesgo el mundo" y dañar las relaciones de EE UU con algunos de sus mejores aliados.

Obama, quien lamentó "el circo" en el que se han convertido las primarias republicanas, fue taxativo: "Esto no es un espectáculo. No es un 'reality show'", por lo que, sugirió, deben examinarse con todo detalle las declaraciones de los precandidatos. "Si adoptan posiciones internacionales que pueden provocar una guerra o cambiar drásticamente relaciones clave con otros países, o que pueden quebrar el sistema financiero, hay que informar sobre ello", dijo.

Mientras, el "rey de los casinos", Sheldon Adelson, impulsor del fallido Eurovegas en Madrid, dio su apoyo a Trump. A la vez, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, tercera autoridad del país, manifestó que "todavía" no está listo para respaldar a Trump, a lo que el magnate replicó que él tampoco lo está para apoyar la agenda de Ryan.