El presidente ruso, Vladimir Putin, criticó ayer la construcción del escudo antimisiles de la OTAN en Rumanía porque forma parte, en su opinión, del desarrollo del "potencial nuclear" de EE UU, si bien descartó que su país se deje "arrastrar" a una nueva "carrera armamentística".

No obstante, el jefe del Kremlin reconoció que Rusia se verá obligada a estudiar cómo neutralizar las amenazas a su seguridad que supone el sistema antimisiles de Washington inaugurado el jueves en Rumanía. O el que se construye en Polonia, a menos de 250 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado.

Putin afirmó que la ampliación del escudo estadounidense en Europa del Este es un intento de desatar una nueva carrera armamentista.

"No vamos a embarcarnos en esa carrera. Lo haremos a nuestro modo. Vamos a trabajar muy cuidadosamente, sin rebasar nuestros planes de financiación y de rearme del Ejército y la Armada, que fueron elaborados hace varios años", subrayó, citado por las agencias locales.

Sin embargo, indicó que en dichos planes habrá que introducir ciertas correcciones para hacer frente a las amenazas que afronta el país, porque, concluyó, "la situación no mejora, sino que empeora".