El ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García Margallo, consideró ayer "absolutamente ínfimo" el esfuerzo de la UE para hacer frente al problema de los refugiados, en comparación con la situación que están atravesando países como Líbano.

A su juicio, pese a los avances que está habiendo para atender a los refugiados que llegan al territorio de la Unión, sin una política común para afrontar este problema sólo habrá soluciones "muy parciales y muy poco satisfactorias".

El jefe de la diplomacia española abogó por una agencia europea de inmigración y otra de asilo y refugio para evitar que sólo haya decisiones que sirvan para "tapar huecos".

Margallo recordó que un país como Líbano tiene cuatro millones de habitantes y la quinta parte de la renta media de la UE y, sin embargo, acoge a un contingente de sirios que es el 25% de su población.

"Quiere decir que el esfuerzo que estamos haciendo es absolutamente ínfimo y que, por tanto, algo tendríamos que hacer", reconoció.

En declaraciones posteriores a los periodistas admitió las dificultades existentes para cumplir los trámites de llegada de refugiados, como el de su identificación, con el fin de que el proceso cumpla con la legalidad comunitaria.