El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, instó ayer a las familias islámicas a no recurrir al control de natalidad, en un nuevo llamamiento a los musulmanes "píos" a tener más hijos. "Nadie puede interferir en la obra de Dios. La primera obligación aquí corresponde a las madres", sostuvo el presidente turco, quien remató con un: "Multiplicaremos nuestros descendientes".