El primer ministro británico, el conservador David Cameron, y el nuevo alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, enterraron ayer el hacha de guerra al participar juntos en un acto en la capital británica en defensa de la permanencia de Reino Unido en la UE. Durante la reciente campaña para las municipales inglesas, Cameron acusó al musulmán Khan, hijo de pakistaníes, de haberse relacionado con islamistas radicales. Ayer le felicitó por su victoria del pasado día 5.

El apoyo de Khan al primer ministro contrasta con la decisión del líder del Partido Laborista, el más izquierdista Jeremy Corbyn, de no aparecer junto a Cameron durante la campaña del plebiscito. Aunque apoya la permanencia en la UE, Corbyn denuncia con esta ausencia las corrientes neoliberales imperantes en la UE. En el acto conjunto con Cameron, Khan estimó en "más de medio millón" los empleos de la ciudad de Londres que dependen de la permanencia de Reino en la UE tras la consulta del día 23.