La Comisión Europea (CE) dio ayer el primer paso en el expediente abierto a Polonia el pasado 13 de enero por las dudas que plantea su reforma del Tribunal Constitucional con respecto al Estado de derecho, ya que en buena parte limita su independencia y funciones. El paso consistió en la emisión de un dictamen previo, sobre el que Polonia tiene ahora dos semanas para enviar observaciones.

Si la CE y Varsovia no encuentran una solución satisfactoria en un plazo razonable, entonces la CE podrá emitir una recomendación de sanción y seguir avanzando en un proceso que, en última instancia, llevaría incluso a la suspensión de voto tanto en el Consejo Europeo (Cumbre) como en el Consejo de la Unión Europea (Consejo de ministros). Para ello sería preciso el apoyo de la Eurocámara y de al menos diez Estados miembros, lo que dejaría sin efecto la oposición ya anunciada por Hungría, otro de los Estados cuya deriva antidemocrática preocupa a la Comisión.

El vicepresidente primero del Ejecutivo comunitario, Frans Timmermans, no quiso mostrarse pesimista con respecto a una solución del problema e insistió en que el protagonismo corresponde al Gobierno y la oposición polacos, que deben entenderse.

Los aspectos relacionados con el Tribunal Constitucional que preocupan a la UE se centran en tres aspectos: su nombramiento y composición; la publicación y cumplimiento de sus sentencias, y el contenido de la nueva normativa que regula su funcionamiento, ya que lo modifica en un sentido que limita su independencia.

Timmermans explicó que el contacto de las últimas semanas y meses con las autoridades polacas ha sido "constructivo", pese a que no se haya logrado resolver la situación todavía, como dejó claro su conversación del martes por la noche con la primera ministra polaca, Beata Szydlo, quien manifestó su deseo de mantener abierto el diálogo con Bruselas. El presidente polaco, Andrzej Duda, aseguró, por su parte, estar seguro de que la crisis se resolverá "mediante el acuerdo de los partidos políticos con presencia en el Parlamento" nacional y mediante un diálogo entre las diferentes instituciones que permita salir de la parálisis.