Nueva tragedia en aguas mediterráneas. La guardia costera de Grecia llevó a cabo ayer una operación de rescate de una embarcación en la que se estima que viajaban entre 600 y 700 refugiados y que se hallaba a la deriva a 85 kilómetros al sur de la localidad de Kalí Limeni, en Creta. En la operación se recuperaron nueve cadáveres y se logró salvar la vida a 340 refugiados, por lo que se teme que entre 250 y 350 personas hayan desaparecido tragadas por el oleaje tras perderse el control de la sobrecargada embarcación, de 25 metros de eslora.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el barco habría salido de Alejandría, en Egipto. Con el caso de ayer son ya tres los rescates contabilizados esta semana en la ruta que conecta el norte de África con la isla de Creta, aunque en los dos casos anteriores se sabe que el destino final era Italia.

La OIM ha detectado en las últimas semanas un incremento de la actividad en la ruta del Mediterráneo central, que une el norte de África con Italia, y un descenso en las llegadas a Grecia, a raíz del cierre de la frontera con Macedonia y de los acuerdos de deportación firmados entre Turquía y la Unión Europea.

Parte de los navíos salen ahora de Egipto, mientras que otros lo hacen de la costa libia. En ambos casos se trata de travesías mucho más largas y peligrosas que las que emprendían los refugiados desde la costa turca a las islas griegas del Egeo, distantes unas pocas millas náuticas.

En la costa libia, según informó la Media Luna Roja local, se han encontrado entre el jueves por la noche y ayer por la mañana 117 cuerpos en una playa del oeste del país situada cerca de la ciudad de Zuwara. Se sospecha que se trata de inmigrantes víctimas de un naufragio mientras trataban de llegar a Europa. Según la fuente, del total de víctimas 75 eran mujeres y seis eran niños.

Mientras, la tensión creciente en los campamentos de refugiados de las islas del Egeo oriental, en gran parte por el retraso en el examen de las demandas de asilo que hace que miles de personas estén encerradas en las islas sin posibilidad de abandonarlas, genera enfrentamientos entre refugiados de diferentes nacionalidades casi a diario. El jueves por la noche una pelea entre unos 150 refugiados marroquíes, paquistaníes y afganos en la isla de Samos dejó al menos quince personas heridos y una decenas de detenidos.