La reforma laboral francesa seguirá adelante y está agotado ya el tiempo de la negociación. El primer ministro francés, Manuel Valls, descarta así cambios en un texto que ha movilizados a los sindicatos y llenado de protestas las calles francesas. Pese al "desacuerdo de fondo"Valls anuncia que el proyecto defendido por la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, volverá a la Asamblea Nacional el 5 de julio, tras haber sido aprobado en esa cámara por decreto y pasar ahora su tramitación en el Senado.

"Ha habido tiempo para el diálogo. La democracia social no es la expresión permanente de la contestación, es el respeto de los tiempos democráticos", aseguraba ayer el primer ministro en una entrevista en "Le Journal du Dimanche". Valls mantiene el pulso con los sindicatos, aunque no ha vuelto a reiterar su amenaza de prohibir las manifestaciones convocadas para los próximos 23 y 28 de junio. Ahora pide responsabilidad a las centrales. "Teniendo en cuenta la situación, los altercados que ha habido, el atentado contra una pareja de policías pero también la celebración de la Eurocopa, los organizadores deberían anularlas ellos mismos", recomienda. Sin mayores concreaciones anuncia que si hay constancia de que esas protestas van a suponer de nuevo un peligro para las fuerzas del orden y los bienes públicos, el Ejecutivo se verá obligado a "asumir sus responsabilidades".

Debate sobre altercados

El secretario general de la CGT, Philippe Martínez, se desvinculóa de la violencia registrada en las marchas de protesta y acusa a las autoridades de no hacer lo suficiente para frenar a los radicales.

"Los policías hacen un buen trabajo, trabajan mucho. El problema que denunciamos son las órdenes que les han dado de no intervenir contra los violentos. Se quiere atribuir al movimiento social los problemas que hay al margen de las manifestaciones", asegura Martínez. El líder sindical se pregunta por qué se siguen produciendo altercados y muestra su sospecha de que esas consignas "solo pueden proceder de la Prefectura o del Ministerio del Interior".

La respuesta del titular del Interior, Bernard Cazeneuve, a las acusaciones del sindicalista fue inmediata. Los agentes saben que deben actuar "con firmeza absoluta contra los radicales" y con un "uso proporcionado de la fuerza para garantizar la seguridad de los manifestantes y hacer respetar el derecho a manifestarse", apuntó el ministro. "Es muy lamentable que Martínez intente tergiversar conscientemente esas orientaciones claras", manifiesta en un comunicado en el que insiste en que el cometido de su Ministerio es garantizar el orden público, "algo que no se puede hacer a menos que cada uno asuma su responsabilidad".