Oviedo, E. FUENTES

El "Brexit", tal y como se temía, desencadenó ayer un rosario de peticiones de consultas secesionistas en varios países miembros de la UE. Abrió el fuego la francesa Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional, quien sostuvo que la decisión británica le da "una legitimidad adicional para llevar ese debate a Francia" y exigir un referéndum sobre su relación con la UE.

"El Reino Unido ha iniciado un movimiento que no se detendrá", aseguró una eufórica Le Pen, quien se mostró convencida de que "se ha puesto en marcha el movimiento para el fin de la UE tal como la conocemos". Un sondeo difundido por el semanario "Paris Match" augura que dos de cada tres franceses votaría por que Francia siga en la Unión.

En Holanda, el líder del ultraderechista y antimusulmán Partido de la Libertad (PVV), Geert Wilders, también pidió un referéndum sobre la permanencia del país en la UE. En Dinamarca, la reclamación vino del Partido del Pueblo Danés (DF), formación populista y antiinmigración, que es una de las tres que respalda al Gobierno conservador, en el que no está integrada. El "premier", Lars Lokke Rasmussen, rechazó la llamada.

Desde Austria, el ultranacionalista Partido Liberal (FPÖ), que a punto estuvo en mayo de hacerse con la Presidencia, achacó el "Brexit" a la "continua locura migratoria". Los xenófobos alemanes de la AfD, tercera fuerza en las encuestas, instaron a la UE a poner fin al "delirio centralista".