El nerviosismo y el miedo a los desconocido que suscitó la decisión británica primó la demanda de los valores tradicionalmente considerados como refugio.

Los valores refugio. El dólar, el yen y el franco suizo sufrieron elevadas apreciaciones y el banco central helvético intervino para frenar la remontada de su divisa. El Banco Popular de China también salió al paso con una inyección de 170.000 millones de yuanes (22.850 millones de euros) y el BCE, la FED de EE UU y el Banco de Japón anunciaron elevados paquetes de liquidez.

El oro y el petróleo. El precio del oro, otro de los valores considerados como refugio en casos de inestabilidad, se disparó el 4,2%, hasta los 1.315,50 dólares. El alza del oro (en máximos de dos años) y del dólar, que suelen comportarse de forma inversa, tenderá a disociarse en algún momento. El petróleo, que también cotiza a la inversa que el dólar, cedió ayer posiciones tanto por esta causa como por el temor a que las perturbaciones desaceleren aún más la economía mundial y la demanda global de crudo.

Primas de riesgo. En el mercado de deuda, el bono alemán a diez años volvió a actuar como cobijo, con una elevadísima demanda que elevó su precio y redujo su rentabilidad hasta establecer otro mínimo histórico en el -0,17%. Los inversores, acuciados por el pánico, pagan para comprar tranquilidad.

El efecto inducido fue una elevación de la rentabilidad exigida a los bonos de la periferia, con un ascenso de sus primas de riesgo. Portugal lideró las subidas (58 puntos básicos, hasta los 366), seguida por España (179, con un alza de 36), Italia (subió 35, hasta 164) y por Reino Unido (149), Noruega (135) e Irlanda (93), los tres con subidas de 22. Sólo cedió Grecia (bajó 13, hasta los 787).