El chiste del dentista, en el que el paciente agarra al doctor y le hace prometer que ninguno de los dos se va a hacer daño, puede servir para ilustrar el futuro más allá del "Brexit". El Reino Unido y la UE están de algún modo en esa consulta cuando la metáfora la busca el ingeniero asturiano Vicente Luque Cabal, exjefe adjunto del Programa de Redes Transeuropeas de Transporte de la Comisión Europea. "Mi opinión es que aquí va a haber un pacto de no agresión" fundado en la certeza de que a nadie le conviene a la larga el enfrentamiento. La experiencia de haber asistido en la Comisión al nacimiento de las ventajas del gran mercado único europeo le da perspectiva para vaticinar que no se levantarán tapias insalvables entre las islas y el continente. "Ya hay un espacio económico europeo donde también están Noruega o Suiza, por ejemplo, y no creo que se pueda hablar de grandes barreras comerciales". El "Brexit", eso sí, separa a la parte más "liberal" y "proamericana", enlaza, y puede dar un viraje al reparto de fuerzas. Luque imagina "un eje dominante entre Alemania y Francia en el que España también debe estar" y habla de una oportunidad adicional: "España debería reclamar que el español sustituya al inglés como lengua de trabajo en la UE", toda vez que ahora en las reuniones de trabajo priman el inglés, francés y alemán.