El Gobierno y la oposición sirios iniciaron ayer una tregua de 72 horas con motivo del Aid al Fitr, la festividad que pone fin al mes sagrado musulmán de Ramadán, que ha reducido los niveles de violencia pero no ha acabado con las hostilidades. La Comandancia General de las Fuerzas Armadas sirias anunció el comienzo de un "régimen de calma" de 72 horas. Por su parte, el coordinador general de la opositora Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), Riad Hiyab, instó en Twitter al cumplimiento de la tregua a todas las partes concernidas. Sin embargo, aviones de guerra bombardearon barrios de la ciudad de Alepo, la segunda de Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. La ONG agregó que varios cohetes disparados por facciones armadas impactaron en el pueblo de Kefraya, de mayoría chií y en la provincia septentrional de Idleb, dominada casi en su totalidad por el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda.