El documento señala que Blair, Bush y Aznar acordaron en la reunión de las Azores del 16 de marzo de 2003, previa a la invasión de Irak, que a menos que ocurriera un cambio fundamental en "las siguientes 24 horas", la vía pacífica a la solución del conflicto con Irak estaba agotada. Esta idea se desprende del extenso documento en el que se alude al expresidente español en 17 ocasiones. "Las siguientes discusiones en el consejo de seguridad de Naciones Unidas sugerían que sólo el Reino Unido, Estados Unidos y España consideraron que se había agotado todas las opciones que no fueran el uso de la fuerza militar". Una declaración de diplomáticos británicos afirma también que había una determinación de EE UU a seguir adelante con la intervención "cualquiera que fuera la prueba presentada en la ONU".