La comunidad internacional mantuvo un incómodo silencio antes de proporcionar, con el presidente estadounidense, Barack Obama, a la cabeza, su apoyo al "Gobierno democráticamente elegido" de Turquía tras la primera comparecencia del presidente Erdogan, siete horas después de que se escucharan los primeros disparos en las calles de ambas ciudades.

Igual de dubitativa se mostró la Alianza Atlántica con su estratégico socio. Su secretario general, Jens Stoltenberg, pidió "calma y contención, y total respeto por las instituciones democráticas" antes de señalar que "Turquía es un importante aliado".

No sería hasta la una de la madrugada de ayer cuando Obama (que después convocó a su equipo de seguridad nacional) advirtió "todos los partidos deben apoyar al Gobierno democráticamente elegido" y llamó a "evitar cualquier tipo de violencia o derramamiento de sangre". Tras el presidente de EE UU se puso en marcha una cadena de respaldos seguida por la ONU, la OTAN, la Unión Europea, Alemania, Francia, Reino Unido, España y más países. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, hizo un llamamiento a respetar los "derechos fundamentales" y consideró "inaceptable" la interferencia militar".

La Unión Europea y pidió un rápido retorno al orden constitucional en Turquía, que es "un socio clave". En una de las primeras reacciones oficiales, la Alta Representante de Política Exterior, Federica Mogherini, había urgido a la "moderación y al respeto por las instituciones democráticas", mientras el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, aseguró que la forma en que Turquía salga de la crisis determinará el futuro de sus relaciones con la UE.

Francia pidió respeto al "orden democrático" y llamó a "evitar toda violencia", y el Gobierno alemán reclamó "hacer cuanto sea preciso para proteger las vidas humanas".

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, envió un mensaje de respaldo a Ankara, mientras ocho militares golpistas turcos pedían asilo tras huir en helicóptero. Mariano Rajoy mostró el apoyo de España a la democracia de un país "amigo y aliado".