El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, al amparo del estado de emergencia que ayer entró en vigor, ordenó el cierre de 2.300 escuelas e instituciones privadas vinculadas a la red del predicador Fethullah Gülen, al que acusa de urdir el fallido golpe de Estado. Además, amplió a 30 días el periodo en el que una persona pueda permanecer detenida sin cargos.

El decreto, aparte de cerrar escuelas, fundaciones y organizaciones de ayuda, clausura 19 sindicatos, 15 universidades y 35 instituciones médicas, según la agencia, "Anatolia". Por otro lado, el texto amplía de 4 a 30 días la prisión preventiva antes de que el sospechoso deba comparecer en un juzgado. Al mismo tiempo, las reuniones de los detenidos con sus abogados podrán ser restringidas por las autoridades, que también las podrán grabar y emplear. Sólo los cónyuges y los parientes podrán visitar a los detenidos.

A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, afirmó que el gobierno tendrá listo en diez días el dossier completo para solicitar la extradición de Gülen desde EE UU. Cavusoglu aseguró en una entrevista que la relación entre el religioso y los militares golpistas son "muy claras" y aseveró que el Gobierno hará todo lo que pueda "política y legalmente" para conseguir la extradición.

Como anticipo, las autoridades turcas detuvieron en Erzurum, en el noreste de Turquía, a un sobrino del clérigo, Muhammed Sait Gülen, que será traladado a Ankara para ser interrogado. Entre los posibles cargos que se le podrían imputar están los de pertenencia a organización terrorista.