Hebe de Bonafini, líder de una de las dos facciones en las que se dividió la asociación de las Madres de la Plaza de Mayo, se negó ayer a presentarse ante el juez para declarar en la causa conocida como "Sueños Compartidos". La causa investiga un supuesto fraude al Estado a través de un programa de construcción de viviendas sociales que gestionaba la Fundación que presidía Bonafini, de 87 años.

Tras negarse a comparecer, el magistrado ordenó el allanamiento de la sede de las "Madres". La Policía llegó cuando éstas salían, como cada semana, a reclamar a sus desaparecidos durante la dictadura militar, frente a la Casa Rosada, en la Plaza de Mayo. Allí, Bonafini dio pie al kirchnerismo a organizar un mítin contra el presidente Mauricio Macri. La propia octogenaria afirmó que la expresidenta Cristina Fernández es su "única conductora" y uno de los representantes de la Cámpora -las juventudes kirchneristas- afirmó que la órden judicial contra Bonafini es una persecución a "los luchadores populares".

Entre tanto, la expresidenta Cristina Fernández solicitó ayer que la causa que investiga irregularidades en una de sus empresas, el Hotel Alto Calafate, sea sobreseida y pidió que el juez que dirige otro de los casos que la afectan sea apartado. Esta semana también se supo el intento de reapertura del caso que dirigía el fiscal Alberto Nisman antes de morir.