El predicador islamista Fethullah Gülen, considerado por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, como el instigador del fallido golpe de Estado, rechaza esas acusaciones y reclama una comisión internacional que investigue los hechos. "Pido que una comisión internacional independiente investigue sobre este intento de golpe de Estado. Si una décima parte de las acusaciones contra mí son establecidas, me comprometo a volver a Turquía y recibir la pena más dura", aseguró el clérigo en una tribuna en el vespertino francés "Le Monde".

Gülen señaló que "las probabilidades de obtener un proceso equitativo" en Turquía "son casi nulas" porque "desde octubre de 2014 el sistema judicial está bajo la tutela del poder".

El religioso, exiliado en EE UU, acusó a Erdogan de haber aprovechado la asonada para incrementar la represión de su movimiento -Hizmet-, iniciada en 2013, y considera sospechosa "la celeridad" con la que el presidente le designó como el urdidor de la trama golpista, "cuando todavía ningún detalle, ninguna motivación" habían sido aclaradas.

En recientes declaraciones, Erdogan llegó a afirmar que no se detendría contra los "traidores"y que detendría, "si era preciso" hasta 200.000 funcionarios para limpiar la administración de seguidores del clérigo, sobre el que pesa una orden de extradición que no ha sido todavía contestada por EE UU.

De la resaca del golpe nadie se libra. Ayer se supo que pesa una orden de arresto contra Hakan Sükür, exdiputado del partido de Erdogan y una de las leyendas del fútbol turco, por su vinculación con Gülen. Sükür dimitió en 2013, cuando comenzó el cierre de las escuelas de la organización del clérigo.

Por su parte, Estados Unidos saludó la eventual alianza de Turquía y Rusia para luchar contra e Estado Islámico (EI) en Siria. "Mientras sigamos en coordinación con todos los miembros de la coalición contra el EI, esto sería parte de ello y le daríamos la bienvenida", afirmó la portavoz del Departamento de Estado de EE UU, Elizabeth Trudeau. Una alianza que podría comenzar a actuar sobre el terreno antes de los esperado. Según la cadena de televisión CNN Türk facilitada por la agencia "Efe", los cazabombarderos turcos volverán a sobrevolar Siria para atacar posiciones de los yihadistas.

Mientras tanto, la tensión a cuenta de la frontera de Ucrania y Rusia en Crimera y en la cuenca del Donbass crece entre estos dos países. El primer ministro ruso Medvedev amenazó ayer con romper relaciones diplomáticas con Ucrania recordando la escalada del conflicto en Georgia en 2008.

Al mismo tiempo, el presidente Vladimir Putin cesó a su jefe de gabinete, Serguéi Ivanov, uno de sus hombres de máxima confianza y que como él, provenía del servicio secreto soviético. El sustituto al frente de la oficina del Kremlin será Anton Vaino, un diplomático de carrera.