La Fiscalía de Turquía exige una condena de dos cadenas perpetuas para el predicador islamista Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos, al que acusa de organizar el fallido golpe de Estado el pasado 15 de julio. En su pliego de acusación, conocido ayer, la Fiscalía acusa a Gülen de "intento de destrucción violenta del orden constitucional", así como la "formación y el liderato de un grupo terrorista". Aparte de las dos condenas a cadena perpetua la Fiscalía exige 1.900 años de cárcel para el clérigo.

Por otro lado, el Gobierno alemán considera que el Ejecutivo turco y su presidente, Recep Tayyip Erdogan, prestan su apoyo a organizaciones islamistas en todo Oriente Medio, según un documento confidencial difundido hoy por la cadena pública "ARD". En respuesta a una interpelación parlamentaria confidencial, el Ministerio de Interior afirma que el Ejecutivo turco es desde hace años "plataforma de acción para agrupaciones islamistas" y que Erdogan apoya activamente esta cooperación". "Las numerosas demostraciones de solidaridad y de apoyo para los Hermanos Musulmanes, Hamás y grupos de la oposición islamista en Siria subrayan su afinidad política", asegura el documento.

En Siria, aviones rusos bombardearon por primera vez posiciones del Estado Islámico desde la base iraní de Hamadán. Lo que tuvo respuesta inmediata del portavoz de defensa de EE UU, Mark Toner, porque "podría suponer una violación de la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, que prohíbe el suministro, venta y transferencia de aviones de combate a Irán".